Recorrido habitual

Son dos cuadras desde la micro hasta tu casa. Incluso menos, una y media quizás. Anda, sin miedo, son solo dos cuadras.

Baja de la micro y comienza a caminar. Ignora a los que bajan contigo, incluso al hombre que estaba gritando. Ponte los audífonos, pero no prendas la música. Camina, no muy rápido, que puede llamar la atención; no muy lento, para no molestar a los demás.

Vas bien, ya llegaste a los locales de media cuadra.

La pareja tailandesa está peleando de nuevo, algo debe haber pasado en la cocina del restaurant porque todo el lugar huele pésimo. Mira para adelante, que no te vean mirándolos, en una de esas te meten en la pelea, no te acerques.

Ahora viene lo difícil.

La plaza esta oscura, crúzala rápido, parece que no hay nadie. Parece. No mires el banquillo, no regurgites los recuerdos, no te dejes engatusar solo pasa por al lado, no lo mires, no lo mires, no lo mires.

Pero te detienes, lo miras de nuevo, y de nuevo recuerdas cuando le dijiste adiós. ¿Tenía que ser ahí, tan cerca de tu casa?

Anterior
Anterior

Rituales Violentos I

Siguiente
Siguiente

El gordo René